Obras Raras

Rareza y preciosidad son las dos características principales de las piezas del acervo de Obras Raras, procedentes de diversas colecciones de la propia Biblioteca Nacional. Para integrar este conjunto no es suficiente que la obra sea antigua, sino que también tiene que ser única, sin precedentes, parte de una edición especial o muestra algún rastro de distinción. Puede ser una encuadernación de lujo o el autógrafo de alguna celebridad como D. Pedro II, Coelho Neto, Carlos Drummond de Andrade o Jorge Amado. También forman parte de este acervo periódicos raros publicados hasta el siglo XIX.

Esta preciosa colección deslumbra a los visitantes con sus piezas desde el siglo XV hasta el siglo XX, entre las que destacan los primeros documentos generados por el proceso de impresión de tipos móviles, los "incunables". El público también puede disfrutar de las frecuentes exposiciones que muestran raros ejemplos de esta rica colección. Estos programas también pretenden evocar el sentimiento de pertenencia de la población, al ser conscientes del valor de este patrimonio que tiene Brasil.

Son en total más de dos mil metros lineales de artículos en estantes, cajones y cofres, alojados en un espacio que, por albergar este rico tesoro, se considera una “caja fuerte”. El lugar recibió el nombre de su patrón, João Antônio Marques, bibliófilo fluminense residente en Portugal, que donó su valiosa colección de "incunables", ediciones princeps, “camonianas” y otros impresos y manuscritos relativos a la época colonial.

Obras procedentes de diferentes naciones se preservan de acuerdo con:

  • La grandeza de su Brasiliana (libros sobre Brasil, impresos o grabados entre los siglos XVI y XIX, y libros de autores brasileños impresos o grabados en el extranjero hasta 1808).
  • La recurrencia de "incunables" brasileños.
  • El carácter intelectual e histórico de sus títulos.
  • La riqueza de los materiales de los soportes (cuero, pergamino, madera, papel de trapo y madera, sedas, terciopelos y tafetanes).

Joyas del acervo

  • Pergamino que data del siglo XI, con manuscritos en griego sobre los cuatro Evangelios, la copia más antigua de la Biblioteca Nacional y de América Latina.
  • La Biblia de Maguncia, de 1462, primera obra impresa que contiene información como la fecha, lugar de impresión y nombres de los impresores, los alemanes Johann Fust y Peter Schoffer, ex socios de Gutenberg.
  • La crónica de Nuremberg, de 1493, considerado el libro más ilustrado del siglo XV, con mapas de xilograbados considerados como los más antiguos en un libro impreso.
  • Biblia Políglota de Antuérpia, de 1569, obra monumental de Christopher Plantin, el más renombrado impresor del siglo XVI.
  • La primera edición de "Os Lusíadas", 1572.
  • La primera edición del "Arte de la gramática de la lengua portuguesa", escrito por el Padre José de Anchieta en 1595.
  • El "Rerum por octennium ... Brasilia" de Baerle (1647), con 55 láminas en color diseñadas por Frans Post.
  • Ejemplar completo de la famosa Encyclopédie Française, una de las obras de referencia para la Revolución Francesa.
  • El primer periódico impreso en el mundo, que data de 1601.
  • Copia única y considerada rarísima del libro publicado en 1605 por el autor Hrabanus Maurus, quien creó la búsqueda de palabras en forma de poesía visual.